Llevaba tiempo sin recurrir a mis queridas pegatinas, tan prácticas y socorridas para crear en pocos minutos una vistosa manicura. La combinación de un esmalte blanco perla con negro ya la he utilizado anteriormente pero lo cierto es que me encanta el resultado final. He aprovechado el azul de las florecitas para dar un toque lujoso haciendo una flor con piedrecitas en el mismo tono y en el centro he puesto unas bolitas de caviar.
Pese a la vistosidad de estas pegatinas he de confesar que su resultado me ha defraudado y la manicura me ha durado un suspiro. Las florecitas eran rígidas por lo que -a pesar de las dos capas de top coat- se levantaban de los lados pareciendo fimos y acabé perdiendo dos en pocas horas. En cambio, perteneciendo al mismo conjunto, las otras no hubo manera de despegarlas.
El material empleado fue el siguiente:
Siempre he considerado el nail art como arte efímero de igual modo que las esculturas de hielo, arena o la cocina creativa. En esta ocasión ha quedado bien patente...
Gracias por leerme y hasta pronto.